Who is Jesus? Part 5
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Contigo voy Virgen pura y en tu poder voy confiado, pues yendo de ti amparado, mi alma estará segura.
Dulce Madre no te alejes, tu vista de mí no apartes, ven conmigo a todas partes y
solo nunca me dejes. Ya que me proteges tanto, como verdadera Madre, ruega para que me bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amen.
Lecturas del Domingo 11/20/16
Comentario a las lecturas del Domingo 11/20/16 de Ciudadredonda. org
Comentario de Homilía.org a la lectura del 11/20/16
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Este blog es dedicado a mi Señor y mi Dios; mi Salvador y Redentor; mi Hermano Mayor y Amigo que nunca falla; mi Maestro y Rey: Yeshua Hammashiach = Jesús el Mesías.
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NOTA: Este artículo será dividido en partes 1 y 2, parte 2 aparecerá aquí en 3 semanas, gracias.
...El término de “ alianza” (testamento) es mencionado muchas veces por todo el Antiguo Testamento (AT), pero, es apenas mencionado en el Nuevo Testamento (NT), qué pasa aquí? Pues bien, eso es verdad ya que el evangelio de Juan no utiliza ese término ni siquiera una vez, Mateo y Marcos lo mencionan sólo una vez cada uno, y Lucas lo hace 2 veces en (Lk. 1:72 y 73) donde Zacarías cantaba el “benedictus”, en donde habla acerca de la alianza hecha con Abraham y el juramento que se hizo para sellar dicha alianza, por supuesto que nosotros sabemos que la palabra Latina para “juramento” es “Sacramentum”, de manera que como lectores Católicos, podemos esperar de que habrá una “nueva alianza” y
Pero antes de entrar en detalles o hablar acerca de las “cenas” que preceden a ese evento, es importante abordar el porqué la terminología de “alianza” o “diatheke” (Griego) es usada tan pocas veces en los evangelios, pues bien, hemos visto y ya sabemos cómo los Israelitas hacían alianzas en el Antiguo Testamento, para formar lazos de parentesco sagrado, también vemos que Dios mismo hace una alianza para que pasemos a ser todos juntos una familia con él, de ahí que tanto Abraham, Isaac y Jacob se refieran a Dios como el Dios de nuestros padres, lo mismo que todo el pueblo de Israel, pero, nunca ellos se refieren a Dios como Padre, simplemente “el Dios de nuestro padres”.
De manera pues, que Dios también hace una alianza con la humanidad, pero el lenguaje de parentesco íntimo (relación) nunca se aplica al referirse a Dios, es decir, la forma íntima a como se dirige un hijo a su padre; aunque se podría aplicar basados en la alianza (pues pasamos a ser familia), pero, se resiste para no caer (según el criterio de ese pueblo) en idolatría, de ahí que en el Antiguo Testamento, especialmente en el Pentateuco, la terminología de relación íntima con Dios se usa muy poco, no es sino hasta que salimos del periodo de la ley y pasamos a los profetas, que se comienza a usar la terminología de Padre para referirse a Dios, y hasta se le llama a veces “el novio” o el “esposo” del pueblo de Israel....pero todo eso, nada mas apunta a una realidad que todavía no se había cumplido, sin embargo, aquí estamos ahora y se ha cumplido de forma plena.
Si comprendemos que en el Antiguo Testamento se dice, “El Señor es mi Pastor, qué más puedo desear”, pues él cuida de sus ovejas mejor que los padres cuidan a sus hijos, pero aun así, no es nada común entonces llamarlo “Padre”; en cambio el lenguaje de “novio” y “esposo” nos apunta al futuro trabajo del “mesías”, pero, que todavía no se cumple....de manera pues, que por un lado en el Antiguo Testamento se dice , “el Señor es mi Pastor”, pero en el Nuevo Testamento de forma repentina gracias a su poderosa misericordia, Dios se pone a nuestro nivel, para qué? Para ya no simplemente ser “nuestro Pastor”, sino también “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo; de manera pues que el Hijo de Dios pasa a ser el Hijo del Hombre, para que así la humanidad entera pueda pasar a ser “hijos de Dios”, citando así a San Irineo y San Anastacio.
Hemos entrado en una fase que a como podemos ver, trae consigo una realización que cumple y sobrepasa las esperanzas más altas y los sueños más grandes del Israel antiguo; esa es la razón por la cual el lenguaje de parentesco íntimo (de familia) se hace más frecuente y fuerte a la vez que el lenguaje de alianza aminora grandemente, precisamente porque el grado de relación familiar divina y la comunión con Dios presente, sobrepasa toda antigua relación... razón por la que podemos comprender porqué el uso del termino alianza, casi no se usa en el Nuevo Testamento, pero sí, términos como, Padre, hijos y hermanos, de forma unprecedente; desafortunadamente nos hemos acostumbrado tanto a esta intimidad con Dios que hasta se ha perdido su grado de divinidad, nos suena ya muy familiar y común llamar a Dios “Padre”, “Cristo nuestro hermano”, somos “hijos de Dios”, que hasta se vuelve casi una blasfemia por la falta de reverencia que profesamos, quizás así lo vean las personas no Cristianas, todo esto gracias a lo que Dios se ha atrevido hacer por nosotros.
Creo que Lucas nos da un vistazo de muestra, de cómo se cumple la alianza de forma plena, por medio del Padre enviadonos a su único Hijo para darnos el Espíritu Santo, lo cual leemos en el libro de Los Hechos de los Apóstoles (también escrito por Lucas), pero en su evangelio nos señala una serie de “comidas”, forma por la cual, esta alianza del reino será establecida en términos de familia (relación de familia).
Si nos remontamos a la alianza sellada en el monte Sinai, si pueden detectar las tres dimensiones ahí presentes, podrán también ver que se forma una nueva relación familiar, porque en Exodus 24 se celebra una “comida” (cena si quieren usar un término elegante).... pueden ahí ver la dimensión legal, ya que se hace un “juramento”, y pueden a la vez ver la dimensión o elemento “litúrgico”, pues hay un altar y la sangre que se rocía sobre él; de manera pues que en comparación con “la cena del Señor” vemos que habrá una “comida” de celebración, habrá una ley, pero también habrá una liturgia de la “nueva alianza” por medio de la institución de la “Eucaristía”... Lucas es quien describe este acto de forma completa, pues si comparan Lucas 22 (institución de la Eucaristía) con los evangelios de Mateo y Marcos, verán que el relato de Lucas es mucho más largo que esos dos juntos.... y Juan no lo menciona del todo, mas bien nos provee con el relato (discurso o narración) del “Pan de Vida”, en su capitulo 6, que ilumina lo hecho por el Señor un año después durante la “cena pascual” (Passover).
Pero lo que es más interesante en Lucas, es que nos presenta con diez relatos de “comidas”, si el evangelio de Mateo se enfoca sobre la realización de la Iglesia en cumplimiento del reino prometido a David en términos de su estructura, con los doce y Pedro y todo lo demás, creo que Lucas lo que quiere es, llevarnos de lo exterior a la vida interior y lo que significa esta nueva familia divina.
Una vez más el Antiguo Testamento nos presenta una prueba de lealtad a la alianza, en Samuel 19 David nos da un ejemplo de esa lealtad en la que se basa el reino; en 1 Samuel, David juramenta una alianza con su buen amigo Jonatan, pero cuando llegamos a 2 Samuel, Jonatan ya ha muerto, sin embargo David se siente aun obligado a cumplir el juramento hecho a su amigo, el asunto es, cómo cumplir o extender la relación iniciada por medio de la alianza? Se encuentra entonces a un hijo de Jonatan, quien por un accidente cuando niño, quedó hecho un menos-valido, pero por si acaso uds., no saben, en los tiempos antiguos, un monarca nunca invitaría a un menos-valido a su mesa en la corte, no obstante eso, David invita al hijo de Jonatan llamado (Meribaal=pelea contra Baal, también conocido como Mepibosheth=destructor de ídolos) a comer con él en la mesa real.
David no sólo invita a Meribaaal (Mepibosheth) a comer con él en la mesa real, sino que también lo adopta ahí, como miembro de la familia real y le entrega muchas propiedades.... esto demuestra cómo David por medio de una “comida”, cumple con la “alianza” hecha con su amigo Jonathan y establece que Mepibosheth comerá siempre en la mesa con el rey.... después cuando ya viejo, le dice a su hijo el entonces rey Salomón, que su viejo y leal aliado Barzillai debe también de ser invitado a comer en la mesa real.---- la “comida” siempre expresa camaradería, comunión, familia, relación.
Este trasfondo presentado por Lucas, es sobreentendido por sus lectores, porque hay siete “comidas” (cenas) que nos llevan a la “comida” número ocho, que es la “Eucaristía”, depuse las comidas números 9 y 10 se darán en Lucas 24, cuando el Señor resucitado se les aparece a sus discípulos y comen juntos; de manera pues que la “cena” (comida) número ocho es cierta clase de eje alrededor del cual gira todo lo demás; “comidas” números 1 y 7 fueron con cobradores de impuestos, Levi y Zaqueo; las segunda y sexta fueron con Fariseos, quienes presentan cierta clase de resistencia al Maestro pero que a la vez son corregidos por él, en el contexto de esas “cenas”, porque lo que Jesús quiere hacer, es reconciliar a pecadores, él quiere invitar a pecadores a sentarse alrededor con Abraham, Isaac y Jacob y todos juntos comer el pan que se sirve en el reino; todos estos son temas y énfasis peculiares de Lucas.... y para cuando lleguemos a Lucas 22, creo que ya estaremos bien preparados para comprender de que, es precisamente en el contexto de una “cena” (comida), en este caso la “cena Pascual” (Passover), que Jesús instituye la “alianza”.... cumpliendo así la alianza Antigua y estableciendo la “Nueva Alianza”.
De hecho, solamente Lucas en su narrativa completa nos muestra a Jesús utilizando la frase, “Nueva Alianza”, que a como ya hemos visto se encuentra una sola vez en el Antiguo Testamento en Jeremías 31:31, donde se anuncia (profetiza) que el reino de David será restaurado, precisamente por medio de una alianza, pero, nada menos que la “Nueva Alianza” que escribe la “ley”, no en tablas de piedra, sino en nuestro corazón.
En Lucas 22 vemos que la “Cena Pascual” (Passover) ha llegado y se nos dice, “Cuando llegó la hora, se puso a la mesa con los apóstoles; y les dijo: Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer”; de manera que no sólo aquí celebra “la cena pascual” como todo buen Judío, sino que como el “Cordero de Dios”, la cumple de forma plena, pero al realizarla, la transforma en la “Cena Pascual” del “Nuevo Testamento”.
Y cómo logra esto? Por medio de instituir la “Eucaristía”----(Lucas 22:19) Tomó luego pan, y, dadas las gracias, lo partió y se lo dio diciendo: “Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío.”De igual modo, después de cenar, la copa, diciendo: “Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros.”----esta narrativa de la institución eucarística es muy importante, porque hay “muchos”, que no pueden encontrar “en la Biblia” dónde se establece la Misa como un sacrificio... permítanme explicarles.
Nadie que haya estado presente en la “crucifixión” de Jesús en el Calvario, pudo así nomas irse y decir, que había presenciado un sacrificio, porque? Porque no fue hecho en el templo (único lugar donde se ofrecían sacrificios religiosos en ese entonces), no había ningún altar ni tampoco un sacerdote; de manera pues que para los Judíos (y cualquier otra persona) eso había sido nada mas que una ejecución Romana, plena y sencillamente; de manera pues que la pregunta es, cómo una ejecución Romana, se transforma en un sacrificio? Y no nada mas que cualquier sacrificio, sino, el sacrificio supremo de todos los tiempos... la única respuesta que encontraran a esa pregunta es, que tenemos que observar detenidamente lo que Jesús experimentó el Viernes Santo, a luz de lo que hizo el Jueves Santo en el aposento superior, porque por medio de instituir la Eucaristía en el contexto de la “Cena Pascual” (Passover), la cual nunca fue simplemente una cena cualquiera, sino siempre un “sacrificio” primero y después una cena, una comunión sacrificial , y Jesús como “el Cordero de Dios” y el “Primogénito” dijo entonces, “Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío.”
De manera pues, que aquí ya él está ofreciendo su vida en Lucas 22, antes de perderla en Lucas 23... es la “Cena Pascual” como Eucaristía, que ilumina el misterio del Calvario.
Así de pronto, uds., se dan cuenta que ésto no es simple retorica, es más que un rito, aquí existe una cruenta realidad, él aquí está ofreciendo su vida, lo hace por amor, antes de perderle por medio de una injusticia Romana.... solamente si la Eucaristía es un sacrificio, la muerte en la cruz del Calvario es más que simplemente una ejecución Romana.... el sacrificio de la “Nueva Alianza” es iniciado en la “Ultima Cena” y consumado en el Calvario...debemos de abrir los ojos, la mente y el corazón muy bien, para ver cómo Dios, realiza ésto. Que Dios los bendiga.
Enseñanzas del Dr. Scott Hahn en su libro “El Padre Que Mantiene sus Promesas” (The Father Who Keeps His Promise)
Continuará....
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Comentario del Domingo 11/13/16 XXXIV Domingo del Ciclo "C"
CiudadRedonda.org
Con este domingo termina el Año de la Misericordia proclamado por el Papa Francisco, sin duda un tiempo que nos ha recordado muchas cosas, sin ir más lejos, cuales son las Obras de Misericordia corporales y espirituales. En estos meses hemos podido decir: dichosos los que se saben pecadores perdonados. Como dice la oración preparada para la ocasión: “Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena del buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido”.
Acaba también el Año litúrgico con la fiesta de Jesucristo, Rey del Universo, es esta una celebración instituida en 1925 por el Papa Pio XI. El Evangelio de este domingo nos recuerda como Jesús es Rey: “Se burlaban de él también los soldados, que se acercaban y le ofrecían vinagre, diciendo: Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo. Había también por encima de él un letrero: Este es el rey de los judíos”. Es un rey del que se burlan todos los que están alrededor de la cruz, una cruz que era el castigo, que los romanos reservaban para los rebeldes contra el poder establecido.
Pero Jesús, no había hablado contra la ocupación romana, promovía la paz, no era zelota, ni creó un movimiento revolucionario, ¿porqué no matarlo apedreado como hacían los judíos y no en una cruz reservada para los delitos políticos?. Quizás porque había proclamado un Reino y de éste sí que era rey, que no estaba cimentado sobre el poder y el dinero, sino sobre la honestidad, la igualdad de todas las personas, la bondad y la ayuda a todos los que sufren. Es un Reino, que aún choca hoy, con todos los que quieren basar el poder, en la seguridad, el orden, la economía y el mercado.
Incluso “uno de los malhechores crucificados lo insultaba”. “El otro, increpándolo le decía (…)” y termina pidiendo: “Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino. En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso”. La misericordia se muestra en todo momento y con todos, este es el reinado, su forma de reinar, ya había dicho en otra ocasión a los discípulos: “Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos” (Mc 10, 42-44). Su reino es el servicio, su corona de espinas, su trono la cruz, su legado el perdón, incluso a los enemigos y a los que le están matando. Difícil seguirlo, hay que tomar su cruz.
Esta fiesta resume muy bien, este ciclo litúrgico en el que hemos sido guiados por San Lucas, la misericordia con los más pobres y necesitados, el perdón es “el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso. Tú has querido que también tus ministros, fueran revestidos de debilidad, para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos, se sienta esperado, amado y perdonado por Dios. Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción, para que el Jubileo de la Misericordia, sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres, proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos” (De la oración del Papa Francisco para el Jubileo de la Misericordia).
Podríamos terminar esta homilía, releyendo el himno de San Pablo a los Colosenses en la segunda lectura, no lo copio. Jesucristo es el Rey del Universo, que se muestra en la debilidad y nos recuerda el triunfo del amor sobre el odio; la humildad sobre el orgullo; la paz sobre la guerra; porque su Reino no se impone por la fuerza, sino por la verdad y el amor.
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Este comentario pertenece a Homilía.org . Domingo 11/20/16
Con esta Fiesta de hoy cerramos el Ciclo Litúrgico. El próximo Domingo ya comenzamos un nuevo Año Litúrgico con el Primer Domingo de Adviento, en preparación para la Navidad. Hoy celebramos a Cristo como Rey del Universo.
Las Lecturas de hoy mencionan el Reino de Dios, el Reino de Jesucristo. En el Evangelio (Lc. 23, 35-43), vemos el bellísimo y conmovedor relato del “buen ladrón”, crucificado al lado del Señor.
Vemos a Dimas mostrar y declarar su fe en que Aquél que está crucificado a su lado es ¡nada menos! que el Rey del Universo, mientras que el delincuente que está del otro lado, piensa y dice todo lo contrario. Observemos, entonces, cómo las gracias divinas son suficientes para cada uno, pero veamos también cómo las respuestas de los seres humanos pueden ser diametralmente opuestas.
Y Dimas, el “buen ladrón”, reconoce como Dios y como Rey a Cristo. Pero hay que notar que Dimas no ve un Cristo en la Transfiguración, mostrando su divinidad, ni ve un Cristo Resucitado mostrando su poder infinito, sino que está al lado de un Cristo fracasado, humillado, moribundo, en la misma situación que él. ¡Qué Fe más grande! Y esa Fe grande lo lleva al arrepentimiento verdadero, a un “arrepentimiento perfecto”, por el que reconoce sus crímenes. Y en esa situación se atreve a pedirle, un tanto temeroso: “Señor, cuando llegues a tu Reino, acuérdate de mí”.
Y ese Rey bondadosísimo que es Jesucristo, que nos da mucho más de lo que nosotros sabemos pedirle, le promete a Dimas, el ladrón arrepentido, mucho más de lo que él se atrevió a pedirle, pues Cristo le asegura que no sólo se acordará de él, sino que lo llevará consigo a ese Reino en que él cree. Y que esto sucederá, no en un futuro lejano, sino que ese mismo día estará con El en su Reino. ¡Qué grande es la Misericordia Divina con el pecador verdaderamente arrepentido!
Ahora bien, el Reinado de Cristo -que es lo mismo que el Reino de Dios- viene mencionado muchas veces en la Sagrada Escritura. Y Cristo nos dice que su Reino no es de este mundo. Pero, sin embargo, su Reino también está en este mundo. El Reino de Cristo no es de este mundo, pues Jesucristo no vino a establecer un poderío terrenal. Jesucristo no vino a establecer un poder temporal.
En este sentido, su Reino no es terrenal, sino celestial. No es humano, sino divino. No es temporal, sino eterno.
Pero su Reinado está en medio del mundo: está en cada uno de nosotros. O, mejor dicho: está en cada uno de nosotros cuando Cristo vive en nosotros y nosotros permitimos que ese Rey que es el Señor, reine en nuestro corazón, reine en nuestra alma, reine en nuestra vida.
La Primera Lectura (2 Sam. 5, 1-3) nos trae la misma situación que ya sabemos sobre el reinado de Cristo: está en el mundo pero no es de este mundo.
El hecho que nos narra este trozo del Libro de Samuel se refiere un gran día para el Rey David y muy importante para el pueblo de Israel: las tribus del norte lo reconocen como Rey legítimo. Antes de este día, el reino de Israel estaba dividido y David sólo gobernaba la tribu de Judá.
Sucedió que después de la muerte del primer Rey de Israel, Saúl, las tribus del norte habían reconocido como Rey a uno distinto a David. Ese rey, aunque era hijo de Saúl, no había sido escogido por Dios como Rey. Se llamaba Isbaal y fue asesinado por algunos de sus mismos guerreros (cf. 2 Sam. 4). Así que después de su muerte y de unos siete años de guerra civil, finalmente reconocen también los del norte a David como Rey y se unifica todo el país.
David también conquista a Jerusalén, pues este distrito estaba en manos de los cananeos y, como quedaba en el centro, separaba a las tribus del norte de las del sur. Jerusalén, entonces, pasa a ser capital de este reino ahora unificado totalmente (cf. 2 Sam. 5, 4-10).
Y, desde ese momento, Dios designa a esa ciudad para ser símbolo de su presencia entre los hombres. Jerusalén pasará, luego de Cristo, a ser la imagen de la Iglesia por El fundada. Además, Dios nos prometió otra Jerusalén, la Jerusalén Celestial que nos describe San Juan en el Apocalipsis. (cf. Ap. 20 y 21)
El Salmo 121 nos habla de las peregrinaciones, cuando el pueblo de Israel visitaba el Templo de Jerusalén. Para nosotros, la Iglesia es la nueva Jerusalén, centro de peregrinación de todos los que creen en Cristo, los cuales constituimos “las tribus del Señor”. La Iglesia es, a su vez, la imagen de la Jerusalén Celestial, “la Casa del Señor nuestro Dios”, hacia donde vamos peregrinando todos los que buscamos el Reino de Cristo.
Más adelante, después de la reunión de las tribus de Israel bajo el Rey David, Dios bendice a David y le promete un reino eterno: “Así dice Yahvé: ‘Yo pondré en el trono a tu hijo, fruto de tus entrañas y afirmaré su poder ... Tu trono estará firme hasta la eternidad’” (2 Sam. 7, 12-16).
Jesús es el descendiente del Rey David y El dará inicio a ese Reino eterno, que es el Reino de Dios. (cf. Lc. 1, 30-33)
En la Segunda Lectura (Col. 1, 12-20), San Pablo nos brinda un himno bellísimo de alabanza al poder de Cristo Rey. Cada frase de esta alabanza es digna de ser meditada por separado, pero para comprender aún mejor este maravilloso himno, es bueno ubicarse en la situación a la que San Pablo estaba dirigiéndose.
En ese primer siglo del Cristianismo cuando San Pablo escribió esta Carta (68 AD), comenzaba la “gnosis” (“conocimiento”), esa nefasta herejía ocultista, que aún existe en nuestros días, por la cual los seres humanos buscan a través del ocultismo, un secreto “conocimiento” sobre el origen, la vida y el destino de los hombres y del mundo.
Los Colosenses habían comenzado a flaquear en su Fe, pensando que Cristo no era suficiente, que había que “complementarlo” con otras creencias. ¿No se parece eso a nuestra situación actual?
Así, habían comenzado a agregar a su Fe en Cristo, erróneas y ocultas teorías, algo muy parecido a las herejías del New Age de nuestros días: Cristo aparecía como un personaje más entre otros muchos “ángeles” y hombres que se iban elevando al “trascender” en existencias sucesivas. Esas doctrinas secretas de los gnósticos pretendían ofrecer a los cristianos la manera de ser guiados a un “estado superior” para llegar a un reino de luz.
En esta circunstancia, muy parecida a la nuestra, en la que Cristo aparece debilitado y rebajado, en la que a su doctrina se le pretenden anexar complementos erróneos tomados de fuentes paganas, en la que se cree en la re-encarnación, en “maestros ascendidos” y en “ángeles” que no son de los buenos, este himno de San Pablo puede servirnos, no sólo de alabanza a Cristo Rey, sino de profundo estudio y meditación sobre nuestra Fe.
Cristo no puede ser rebajado. ¡Pero si es Dios! “Es la imagen de Dios invisible”. El existía antes que todos y todo fue hecho por El y para El (cf. Jn. 1, 1).
San Pablo deja bien sentado que existe el reino de la tinieblas y el Reino de Cristo. Y Cristo tiene poder sobre todo lo que ha sido creado. Los poderes invisibles que ocupan un lugar muy importante en las creencias gnósticas de aquel entonces y de ahora, no son ¡nada! en comparación con Cristo. Y todos son gobernados por El (cf. Ef. 1, 20-21).
Y Cristo no sólo vino a liberarnos del poder de las tinieblas y a perdonarnos nuestro pecado, sino que nos trajo, además, la resurrección, esa maravilla que es mucho mejor que el irrealizable engaño gnóstico de la re-encarnación.
Y Cristo es el primer resucitado, pero nosotros también lo seremos si lo seguimos a El con esa Fe y ese arrepentimiento verdadero, como el que tuvo Dimas, el “buen ladrón”.
¿Cómo se dará todo esto y cómo se reconcilian con Dios todas las cosas, las del Cielo y las de la tierra?
Veamos bien: Si Cristo es nuestro Rey, nosotros somos sus súbditos. Y ¿qué hace un súbdito? ¿Qué hace un subalterno? Hace lo que desea y lo que le indica su Rey, su Jefe. Por eso decimos que el Reinado de Cristo está dentro de nosotros mismos, pues Cristo es verdadero Rey nuestro cuando nosotros hacemos lo que El desea y lo que El nos pide.
¿Qué nos pide ese Rey bondadosísimo que es Cristo? El nos pide lo que nos muestra con su vida: que hagamos la Voluntad del Padre. En eso consiste el Reinado de Cristo en cada uno de nosotros: en que hagamos la Voluntad de Dios.
Así es como el Reinado de Cristo comienza por nosotros mismos: cuando comenzamos a buscar hacer la Voluntad de Dios. Así Cristo es Rey de cada uno de nosotros. Su Reino en medio del mundo depende de nosotros: depende de cuántos vivamos nuestras vidas según la Voluntad de Dios.
En el Prefacio de hoy rezaremos que el Reino de Cristo es un Reino de Verdad, pues Cristo nos revela la Verdad que es El mismo. Es un Reino de Vida, pues Cristo vive en nosotros por medio de la Gracia Divina, que recibimos especialmente en los Sacramentos. Es un Reino de Santidad, pues por medio de esa Gracia -debidamente recibida y acogida por nosotros- Dios nos santifica.
Es, además, un Reino de Justicia, Amor y Paz, en la medida que nosotros los seres humanos, súbditos de ese Rey, busquemos y hagamos su Voluntad.
De esa manera las relaciones entre los hombres serán guiadas por ese Rey que nos comunica su Verdad, su Vida, su Gracia, su Santidad, su Justicia, su Amor y su Paz.
Precisamente ese fue el propósito que tuvo el Papa Pío XI al establecer esta Fiesta en 1925. Ese es el propósito que persigue la Liturgia de la Iglesia al colocar esta Fiesta importantísima al final del Año Litúrgico.
Si el Reinado de Cristo -comenzando por cada uno de nosotros los Católicos- se extendiera de cada individuo a cada familia, de cada familia a la sociedad, de la sociedad a las naciones, de las naciones al mundo entero, ¡cómo sería todo diferente!
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Lecturas del Domingo 11/20/16 XXXIV Domingo de Tiempo Orninario Ciclo "C".
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Primera lectura
Lectura del libro de (2 Sam. 5:1)
En aquellos días, todas las tribus de Israel se presentaron
ante David en Hebron y le dijeron:
«Hueso tuyo y carne tuya somos. Desde hace tiempo, cuando
Saúl reinaba sobre nosotros, eras tú el que dirigía las
salidas y entradas de Israel. Por su parte, el Señor te
ha dicho: “Tú pastorearás a mi pueblo Israel, tú serás el jefe de Israel”».
Los ancianos de Israel vinieron a ver al rey en Hebrón.
El rey hizo una alianza con ellos en Hebrón,
en presencia del Señor, y ellos le ungieron como rey de Israel.
Palabra de Dios.
TodosTe alabamos, Senor
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Salmo (121)
R. Vamos alegres a la casa del Señor.
Qué alegría cuando me dijeron:
¡«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.
R./
Allá suben las tribus, las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David.
R./
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Segunda lectura
Lectura de (Col. 1:12)
Hermanos:
Demos gracias a Dios Padre, que os ha hecho capaces de
compartir la herencia del pueblo santo en la luz.
Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,
y nos ha trasladado al reino del Hijo de su amor,
por cuya sangre hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
Él es imagen del Dios invisible,
primogénito de toda criatura;
porque en él fueron creadas todas las cosas:
celestes y terrestres, visibles e invisibles.
Tronos y Dominaciones,
Principados y Potestades;
todo fue creado por él y para él.
Él es anterior a todo,
y todo se mantiene en él.
Él es también la cabeza del cuerpo: de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos,
y así es el primero en todo.
Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud.
Y por él y para él quiso reconciliar todas las cosas,
las del cielo y las de la tierra,
haciendo la paz por la sangre de su cruz.
Palabra de Dios.
TodosTe alabamos, Senor
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Aleluya, aleluya.
Bendito el que viene en nombre del Señor
¡Bendito el reino que llega, el reino de nuestro padre David!
Aleluya, aleluya.
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Evangelio
Lectura del santo evangelio según (Lucas 23:35)
En aquel tiempo, los magistrados hacían muecas a Jesús diciendo:
«A otros ha salvado; que se salve a sí mismo,
si él es el Mesías de Dios, el Elegido».
Se burlaban de él también los soldados,
que se acercaban y le ofrecían vinagre, diciendo:
«Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo».
Había también por encima de él un letrero:
«Este es el rey de los judíos».
Uno de los malhechores crucificados lo insultaba diciendo:
«¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros».
Pero el otro, respondiéndole e increpándolo, le decía:
«¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condena?
Nosotros, en verdad, lo estamos justamente,
porque recibimos el justo pago de lo que hicimos;
en cambio, éste no ha hecho nada malo».
Y decía:
«Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino».
Jesús le dijo:
«En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso».
The Gospel of the Lord.
TodosGloria a tí, Señor Jesús.
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"English Section"
Readings for Sunday 11/20/16
Listen to Bishop Robert Barron's commentary for Sunday 11/20/16
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NOTE: This article will be divided in parts 1 and 2, part 2 will be here in 3 weeks, thank you.
...The term covenant is mentioned all over the Old Testament, but, in the New Testament it is barely even mentioned, what's going on here? Well, we could say that that is true, the gospel of John for example does not mentioned the covenant not even a single time, Matt and Mark only once a piece and Luke only twice, (Lk. 1:72 and 73) where Zachariah is singing the "benedictus", where he's talking about the covenant with Abraham and the oath that God swore to seal that covenant, and of course we know that the Latin word for “oath” is “sacramentum”, so as Catholic readers we already could see that is going to be a “new covenant”and there's also going to be a new “oath” (sacramentum).... the only other occurrence of the word covenant is in Lk. 22, in the “institution narrative”, where Jesus is giving the Eucharist to the twelve disciples, along with the capacity to “do this in remembrance of me”.
But, before we look into that, or the meals that lead up to it, is important to address the question of why the terminology of “covenant” or “diatheke” (Greek) is used so infrequently in the gospels, well, we saw how the
And so God's covenanted too the human family, but the language of kingship is hardly ever applied, to the God of Israel, and the one hand is required because of covenant, on the other hand is resisted, because of idolatry, and so the Old Testament especially in the Pentateuch, uses kingship terminology very sparingly, it isn't until you get out of the law and into the prophets, that you begin to see the terminology of “Father” applied to the God of Israel a little bit more, and even “bridegroom” or “husband” applied to the God of Israel, but, that's all pointing forward to a fulfillment that has not yet come, but here we are, and it has arrived.
So if we understand that in the Old Testament, “The Lord is my Shepherd, I should not want”, and he cares for his sheep, better than parents care for their own kids, but, it isn't common to address him as “father”, at all; this language of “bridegroom” and “husband” is pointing forward to what the “messiah” will accomplish, but he has not done so yet.... so on the one hand in the “Old”, “the Lord is my Shepherd”, but in the “New” the Lord suddenly has stoops down to us in his powerful mercy, to become, what? Not just the “shepherd”, but the Lamb of God who takes away the sin of the world;
so the Son of God has become the Son of Man, to make it that “the sons of man could become sons of God,” to quote, St. Ireneus and St. Antenesius.
We've entered into a phase that brings about a fulfillment that as we have seen, surpasses the highest hope and wildest dreams and expectations of ancient Israel, and that's why, kinship language increases, but the terminology of covenant decreases, precisely because the degree of divine kinship and communion with God is so present in a all surpassing way, so we can understand why the language of covenant isn't used, but the language of divine kinship, fatherhood, sonship is used with an unprecedented density, this is why is so unfortunately that we have become so acostumed, that is almost like wall-paper, white noise, “God the Father”, “Christ is our brother”, we are “children of God”, but it borders on the blasphemous, for non-Christians to hear that kind of language, applied to the Almighty, but, it's something that we dare to say and pray, precisely because of what God the Father dare to do...
And Luke I think, gives to us a glimpse of how the covenant is fulfilled, by the Father sending us the Son, to give us the Holy Spirit, that's in the book of Acts, but in the gospel of Luke, we're gonna see a series of meals, the way of which this covenant kingdom is going to be establish in family terms.
You go back to the covenant that was sealed at the Sinai, and you can see all three dimensions; you can see the family dimension because en Exodus 24 there's a meal, you can see the legal dimension of law because there is an oath, you can see the element of “liturgy”, because there is an altar and the blood is splatter upon the altar, and so we have to see that there's gonna be a meal here, as well as there's gonna be a law, but there's gonna be a “liturgy” of the new covenant precisely through the institution of the Eucharist, but Luke who gives us the fullest account of the institution narrative, in fact in Luke 22 the Eucharistic institution there, is longer than Matthew's and Mark put together, and John does not give us one at all, instead he gives us the “Bread of Life discourse” in John 6, that sort of illuminates what happens one year later when he fulfills the “Passover”.
But, what's so interesting about Luke's perspective is that in Luke's gospel, you have ten meals scenes, if Matthew's gospel focuses upon how the church is the fulfillment of the Davidic kingdom in terms of its structure, with the twelve and with Peter and all of that, I think what Luke wants to do is take us from the outside structure to the interior life of what it means to be in this divine family.
Once again, in the Old Testament we have the anticipation of this, I'm thinking specifically of 2 Samuel 19, because in that chapter, David shows what it means to be faithful to the covenant that the kingdom is based upon, twice, he swore a covenant back in 1 Samuel with his dear friend and brother in law Jonathan, but by the time we get to 2 Samuel, Jonathan is dead, but David feels that he is still obliged to be faithful to the covenant, well how does he extend kinship to Jonathan who is already dead? By finding this relative named Mephibosheth (idol breaker)--- who is also called Meribaaal (contender with Baal), as in (1Chron. 8:34)----who happened to be a cripple.
Back in the ancient world, monarchs would never invite a cripple to the kingdom table, but David does, and it's a beautiful scene because Mephibosheth is not only invited to the table, but he's adopted as a member of the royal family to show how David, as the king, keeps the covenant precisely in terms of a meal fellowship...and in that same chapter Barzillai is so faithful to David, that later on David tells Solomon that the sons of Barzillai have got to be invited to the royal table and fellowship as well.
This is the kind of background that Luke assumes his readers understand, because there are seven meals, leading up to meal number eighth which is the Eucharist, and then meals 9th and 10th occurred in Luke 24, with the resurrected Lord appearing to the disciples, precisely in the context of a meal; so it's kind of a hinge on which everything turns, meals number 8th, the first seven or so are very interesting, because the first and seven one were with tax collectors, Levis and then Zaccheaus, the second and the second to last number 6th, are with pharisees, who are going to have a little bit of resistance, and a correction in the context of those meals, because what Jesus wants to do is to reconcile sinners, he wants to invite sinners and gentiles to sit with Abraham, Isaac and Jacob and eat bread in the kingdom; these are all themes and emphasis that are peculiar to Luke.... and by the time you get to Luke 22, I think we have been prep well, by this evangelist to understand that it is precisely in the context of a meal, in this case, the “Passover meal”, where Jesus institutes the covenant... fulfilling the “Old” and establishing the “New”.
In fact, only Luke who gives us the full of the institution narrative, only Luke shows us Jesus using that word, “New Covenant”, which as we have seen previously, it's only found once in the Old Testament in Jeremiah 31: 31, where the kingdom of David will be restore, precisely by a covenant, but nothing less than the “New Covenant”that writes the “law” upon our hearts.
So, if you don't mind, I would like to look briefly on Luke 22,----and I know we are running out of time--- here is the “Passover” that has arrived, “when the hour came, he sat at table with the apostles and said, “I have earnestly desired to eat this Passover with you, before I suffer.”” So he is not only eating the Passover, but as the Lamb of God, he is fulfilling it, but is fulfilling it by “transforming it” in the “Passover” of the “New Covenant.” And how does he do this? By instituting the “Eucharist”; this instituting narrative is very important, because for those who are not Catholic, and who say that they can not “find in the Bible” the place where the Mass is represented as a sacrifice, well, guess what! It is here... let me explain.
Nobody witnessing the crucifixion of Jesus on Calvary, would have gone home thinking that he has just witnessed a sacrifice, because, it was not done in the temple (where the religious sacrifices were performed), there was no altar and no priest, thus for the Jews, it was just a Roman execution plain and simple; so the question is: how does a Roman execution get transformed into a sacrifice?, and not just any sacrifice, but the supreme sacrifice of all times... and the only answer that you could find to that question is, you got to look at what Jesus experienced on Good Friday in light of what he did in the upper room on Holy Thursday, because by instituting the Eucharist in the context of the “Passover” which was never just a meal, it was always a sacrifice first and then a meal, a sacrificial communion meal second, as the Lamb of God and the First Born he says, “this is my Body that will be given up for you.” and so, he is already laying his life down in Luke 22, before he looses it in Luke 23; it is the “Passover” as the Eucharist, that illuminates the mystery of Calvary.
Suddenly you realize, OK, this is more than rhetoric this is more than ritual, there is a reality there, he is offering his life up, he is giving it out of love, before he looses it through Roman injustice; only if the Eucharist is a sacrifice, is Calvary more than an execution, this where the sacrifice of the New Covenant is initiated and Calvary is where it is consummated.... if the Mass is just a meal, then Calvary is just an execution, only if the Mass is the New Covenant, thus Calvary becomes the fulfillment of the Sacrifice, but we have to see how this is so.
From the teachings of Dr. Scott Hahn “The Father Who Keeps His Promises”
Will continue.....
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11/20/16 XXXIV Sunday of Ordinary Time
First Reading (2 Sam. 5:1)
In those days, all the tribes of Israel came to David in Hebron and said:
“Here we are, your bone and your flesh.
In days past, when Saul was our king,
it was you who led the Israelites out and brought them back.
And the LORD said to you,
‘You shall shepherd my people Israel
and shall be commander of Israel.’”
When all the elders of Israel came to David in Hebron,
King David made an agreement with them there before the LORD,
and they anointed him king of Israel.
The Word of the Lord.
AllThanks be to God.
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Responsorial Psalm (122)
R. Let us go rejoicing to the house of the Lord.
I rejoiced because they said to me,
"We will go up to the house of the LORD."
And now we have set foot
within your gates, O Jerusalem.
R./
Jerusalem, built as a city
with compact unity.
To it the tribes go up,
R./
According to the decree for Israel,
to give thanks to the name of the LORD.
In it are set up judgment seats,
seats for the house of David.
R./
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Reading 2 (Col. 5:12)
Brothers and sisters:
Let us give thanks to the Father,
who has made you fit to share
in the inheritance of the holy ones in light.
He delivered us from the power of darkness
and transferred us to the kingdom of his beloved Son,
in whom we have redemption, the forgiveness of sins.
He is the image of the invisible God,
the firstborn of all creation.
For in him were created all things in heaven and on earth,
the visible and the invisible,
whether thrones or dominions or principalities or powers;
all things were created through him and for him.
He is before all things,
and in him all things hold together.
He is the head of the body, the church.
He is the beginning, the firstborn from the dead,
that in all things he himself might be preeminent.
For in him all the fullness was pleased to dwell,
and through him to reconcile all things for him,
making peace by the blood of his cross
The Word of the Lord
AllThanks be to God.
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Alleluia, alleluia.
Blessed is he who comes in the name of the Lord!
Blessed is the kingdom of our father David that is to come!
Alleluia, alleluia.
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Gospel (Lk. 23:35)
The rulers sneered at Jesus and said,
“He saved others, let him save himself
if he is the chosen one, the Christ of God.”
Even the soldiers jeered at him.
As they approached to offer him wine they called out,
“If you are King of the Jews, save yourself.”
Above him there was an inscription that read,
“This is the King of the Jews.”
Now one of the criminals hanging there reviled Jesus, saying,
“Are you not the Christ?
Save yourself and us.”
The other, however, rebuking him, said in reply,
“Have you no fear of God,
for you are subject to the same condemnation?
And indeed, we have been condemned justly,
for the sentence we received corresponds to our crimes,
but this man has done nothing criminal.”
Then he said,
“Jesus, remember me when you come into your kingdom.”
He replied to him,
“Amen, I say to you,
today you will be with me in Paradise.”
The Gospel of the Lord.
All
Praise to you Lord Jesus Christ.
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Ven Espiritu Santo
Ven, Espíritu Santo,
Llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
el fuego de tu amor.
Envía, Señor, tu Espíritu.
Que renueve la faz de la Tierra.
Oración:
Oh Dios,
que llenaste los corazones de tus
fieles con la luz del Espíritu
Santo; concédenos que,
guiados por el mismo Espíritu,
sintamos con rectitud y
gocemos siempre de tu consuelo.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
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